Sin leche no puede haber queso. Es algo que todos sabemos.

De tal manera que para saber como nació el Queso hay que comenzar por averiguar sobre los origenes de la leche. Y cuando hablamos de leche tenemos que hablar de mamiferos.

Los primeros mamiferos de los que da cuenta la prehistoria fueron los Triityledones, unos seres que parecian lagartijas y que poblaron la tierra hace unos 200 millones de años. Un salto de unos cuantos millones de años, durante el neolítico, se establece la epoca en la que se cree que nuestros antepasados descubrieron la manera de transformar la leche para conservarla constituyéndose en lo que nosotros llamamos Queso.

Las tribus cazadoras y nómadas de aquellos tiempos ya se habían dado cuenta 10.000 años antes, de que es mucho más cómodo criar ganado que dedicarse a la caza. Con ello comenzo la domesticación del “auróchs”, el antepasado de nuestras vacas lecheras.

Los primeros indicios de la existencia de una “industria” de los lacteos se relaciona con los Sumerios, pueblo que habitaba hace unos 5.000 años  las tierras entre el  Eúfrates y el Tigris. Pero no sólo en ésta tierra bíblica “..en la que manan leche y miel “ se le prestaba gran atención a la vaca, también a lo largo del Nilo, en la tierra de los faraónes el queso era considerado un manjar.

Tambien los romanos se sentían muy orgullosos de sus quesos, elaboraban gran cantidad de tipos diferentes y cocinaban innumerables platos utilizando el queso.

En aquellos tiempos , a los pueblos les gustaba atribuirse los méritos de las  “invenciones”. Los griegos,  por citar un ejemplo, atribuian la invención del queso a Aristatios, hijo del Dios Apolo. Homero , habló muchas veces del queso y fue el primero de los griegos en manejar el tema de la caseificación, proceso para convertir la leche en queso. 


Imagen: Tacuinum sanitatis. N. Italy, 1370-1400. Vienna, Österreichische Nationalbibliothek, Codex Vindobonensis, series nova 2644.